Publicado el por en Judicial.

Este queso se convirtió en un dolor de cabeza.
Este queso se convirtió en un dolor de cabeza.

Arturo Pinilla, un empleado de una reconocida marca de lácteos del municipio de Ubaté, sufrió una grave lesión en su cuello al experimentar, por su propia cuenta, el proceso de fabricación del queso de cabeza.

Pinilla ingresó a la planta el fin de semana en horas de la noche sin autorización de sus jefes con el fin de replicar una fórmula que encontró en un foro de Internet. «Pregunté en Yahoo Respuestas cómo se fabricaba el queso de cabeza y el primero que me respondió dijo que debía colgarme de los pies mientras batía el queso. Como otras personas dijeron lo mismo yo pensé que era así. Hasta ahora caí en cuenta que me estaban mamando gallo».

Don Arturo, pese a su experiencia de más de 20 años fabricando queso campesino y doble crema, inocentemente se colgó de los pies con una cuerda que ató a una viga y cayó sobre una mesa desde una altura de dos metros y ahora debe usar un cuello ortopédico. Aunque estaba asegurado con una Administradora de Riesgos Profesionales, tuvo que pagar de su bolsillo por estar haciendo uso de los elementos de la empresa en horario no laboral.

Al ser consultado, el gerente de la planta aclaró que no iba a ser sancionado por el abuso de confianza. «Con el totazo ya aprendió. ¡Qué bruto!», concluyó.

Ahora tiene que soportar, no solo el dolor de vértebra, sino las burlas de sus compañeros, que ahora lo apodan «Fracturo», como un recordatorio de que no hay que creer en todo lo que se ve en Internet.

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