Publicado el por en Bogotá, Deportes, Judicial.

Un nuevo flagelo.

El asunto se viene comentando en voz baja entre la comunidad de corredores de clase alta de Bogotá: cada vez son más los reportes de personas autodenominadas ‘bien’ que salen a correr y caen en la tentación de aprovechar sus condiciones físicas para incurrir en el delito de hurto simple o ‘raponeo’.

«Sí. Es verdad. Queríamos mantenerlo en reserva, pero ya que lo comentas pues no tengo más alternativa que confirmarlo, pues los ‘runners’ somos ante todo gente decente. Es una lástima, en serio, que un par de manzanas podridas afecten nuestra imagen», declaró a este medio un alto ejecutivo de una multinacional que hace parte de este grupo.

Al parecer, ya son más de una decena de casos denunciados ante la Policía de ciudadanos víctimas de robo de su celular en los que el principal sospechoso es descrito como un «man alto, bien plantado, hasta churro, en pantaloncitos calientes, esqueleto y que corría como un hampón».

«Tú estás parada en la calle esperando el Sitp y ves que se acerca alguien así y lo último que te imaginas es que te va a robar y mira, ya ni en los deportistas se puede confiar», dice una mujer, víctima la semana pasada de esta nueva modalidad de robo y que hoy enfrenta un proceso por calumnia tras denuncia de quien, según insiste, la abordó con un «Ey nena, pasa el smartphone suave».

En uno de estos episodios, según las declaraciones de los involucrados, la víctima tuvo la suerte de que el patrullero que acudió al llamado hace parte del equipo de atletismo de la institución, lo que le permitió alcanzar al ladrón. El problema vino cuando este aseguró que el teléfono tipo iPhone era el suyo y todos le creyeron. «Es que una cosa es que agarren a una ñeruca con un iphone y otra a un gomelito de estos, en esos casos todo el mundo le va a creer al gomelo que el teléfono es de él y pues toca es dejar así, porque la gente jura que nacen con ellos pegados del brazo», afirmó el policía que pidió reserva de su identidad.

«Al parecer ya hay hasta una banda, y usan su jerga para no levantar sospechas», comenta un integrante del grupo contra atracos de la Dijín. «Cuando uno le dice al otro, ‘mk, me hice una 10k weón’, es que acaba de hurtar cien mil pesos, no que corrió esa distancia», añade.

Las denuncias tienen en alerta a la saliente administración distrital que ya anunció que tomará «las medidas que sean necesarias» para defender al raponeo tradicional, popular, diverso e incluyente.

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