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campesinostienda

El hecho fue denunciado por la alcaldía menor de Teusaquillo que ya tomó cartas en el asunto. «Pacha mama’s» una tienda de productos orgánicos de las que ahora hacen furor en los estratos altos bogotanos en sintonía con la madre tierra los tenía exhibidos en un rincón y pedía por ellos la vergonzosa suma de 350.000 pesos más IVA. Una persona que por casualidad ingresó al establecimiento en busca de semillas de chía fue la que alertó a las autoridades.

«Los abuelitos están bien, los tenemos en un hogar de paso del ICBF y pronto nos encargaremos de que regresen a su lugar de origen que, al parecer, es una vereda entre Sutamarchán y Tinjacá», afirmó un funcionario. «Como es natural están un poco abrumados con todo lo que ha pasado y no han querido hablar mucho».

«Es la hora en que no entiendo por qué tanto escándalo. Ellos son lindos, locales. Su amor es puro, orgánico, libre de cualquier saborizante o preservativo químico y perverso. En sus cuerpos no debe haber ni una partícula de gluten. ¿Que de dónde salieron? Pues los vimos el fin de semana pasado ahí en la carretera de la finca en Villa de Leyva todos indefensos y los echamos para traerlos aquí a la tienda, en algún hogar dispuesto a darles amor iban a estar mejor que allá en su ranchito, solo, sucio, frío y, sobre todo, oscuro. Por eso es que se están extinguiendo. En mejores condiciones incluso podrían empezar a reproducirse», afirma «Luna», propietaria del establecimiento y que a esta hora enfrenta a un juez de control de garantías acusada de secuestro simple.

La defensa argumentará que obró de buena fe y que en las instrucciones que les colgó estaba claro que eran para uso ornamental exclusivamente. Sostendrá también que la suma exigida no era por estas dos personas sino por los gastos de transporte y honorarios por la intermediación que hiciera posible su «relocalización». En la otra orilla, la Fiscalía tiene entre sus pruebas una grabación en la que la dependiente le asegura a una persona que preguntó por ellos que estos tenían «todos los papeles en regla y que aprovechara el dos por uno». «Es aberrante, tras su fachada de defensores del ambiente se esconden personas sin ningún escrúpulo con tal de ganarse unos pesos de más» afirmó el fiscal a cargo del caso.

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