Publicado el por en Nacional, Paranormal.

La imagen muestra la probable ubicación actual de Rubén Delgado.
La imagen muestra la probable ubicación actual de Rubén Delgado.

Un hecho lamentable empañó  la inauguración del Ecoparque Cerro del Santísimo en Floridablanca, Santander, que tiene como máximo atractivo un Cristo de cuarenta metros de altura.

Horas después de que la grúa instalara la cabeza del mismo, y ya concluida la ceremonia, los obreros a cargo del ensamblaje de la estatua gigante notaron que había un puesto vacío en el bus que los conduciría a Bucaramanga. Era el de Rubén Delgado, uno de sus compañeros, que era el encargado de coordinar el ensamblaje desde el interior de la megaescultura.

Luego de varios llamados a su celular, que condujeron a buzón, el jefe de la cuadrilla expresó su temor: «Ah, juepuerca, eso fue que ese pingo se nos quedó adentro del matacho, tocaba botarle la escalera para que subiera y por andar corriendo por lo de los Aguilar que ya llegaban se nos olvidó, mierda».

Fue entonces que se activó el protocolo de emergencia y que la brigada de rescate pudo establecer que, en efecto, Delgado permanecía en el interior del Santísimo. «No nos pudimos comunicar con él por el celular porque adentro -bueno, afuera tampoco- agarra señal, entonces gritamos duro y le dijimos que si nos escuchaba que golpeara dos veces y así hizo», declaró el ingeniero Mariano Pinto, jefe de la obra.

Ante el hecho se anunció que muy pronto se abrirá la licitación para la respectiva perforación que permita su evacuación. «Eso no debe demorar mucho, porque, se lo digo entre nos, esa ya tiene nombre propio está como dicen los gringos ‘customizada’, por más de que haya dos licitantes, uno amigo de don Hugo y otro de don Mauricio, pero es pantomima. Igual hay que dejar pasar los términos de ley para no despertar sospechas», aseguró a este portal una fuente de la entraña de la Gobernación.

Mientras tanto, voceros de la constructora han dicho que se han comunicado con Delgado gracias a que una de las secretarias de la firma tiene poderes telepáticos. «Él ha dicho que está bien. Aburrido, sí y un poco acalorado. Que espera que lo saquen pronto porque quiere ver a su familia, pero que si no es posible que estará más que contento de entregar su vida en aras del progreso de Santander, del turismo que llegará a esta tierra gracias a esta atracción y, sobre todo, porque morirá, literalmente, muy cerca de Dios».

Ampliación: Primeras declaraciones de Rubén Delgado. 

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