Publicado el por en Entretenimiento, Farándula.

Un verdadero drama vivieron los actores de la película Mile 22 que en días pasados se filmó en calles bogotanas.  Si bien los días de trabajo transcurrieron sin contratiempos, llegado el momento de radicar sus cuentas de cobro vino el infierno para cerca de 100 artistas entre estadounidenses y canadienses.

El relato de esta desgarradora vivencia salió a flote, por voluntad de los involucrados, al saberse que las protagonistas de «The real housewives of NYC» pasaron un mal rato a bordo de una vetusta embarcación en Cartagena. «Es injusto, eso no es nada comparado con lo nuestro. Si le preguntas a todo el equipo, todos cambiarían unos instantes de zozobra en el mar por este calvario»,comentó a EFE Bart Rogers, conocido por algunos papeles de reparto en producciones serie B de Hollywood.

«Fue horrible, traumático, vi a amigos deshechos, llorando, humillados, dándose golpes contra las paredes, la verdad no quisiera nunca en la vida volver a experimentar algo así», añadió.

Testigos aseguran que el trago más amargo lo experimentaron intentando obtener por primera vez su RUT en el sitio web de la Dian, que, como es bien sabido, solo funciona de manera óptima bajo Internet Explorer 4.0. «Todos tenían Mac Book, dos de ellos lo arrojaron contra el suelo dañándolo. Tuvimos que reservar todos los cafe internet de Teusaquillo por 48 horas. Una chica canadiense, una extra con parlamento, contrajo conjuntivitis en uno de ellos».

«Nos dijeron que sería algo sencillo y no lo fue, todo lo contrario, fue una pesadilla: era una sola secretaria que tenía una manera para nosotros muy extraña de hablar porque todas las palabras las cambiaba, nos decía que sin la firmita no nos podía hacer el favorcito de darle el radicadito a la carpetica con los papelitos, por ejemplo», añade Samuel Reinoso, actor mexicano. «Por suerte tengo un carnal que me dio la fórmula mágica: un chocorramo, y sí, funcionó, fue milagroso, un chocorramo y no me volvió a rechazar nada güey».

Lo cierto es que los productores vivieron un verdadero mal rato explicándole a las víctimas por qué para que les pudieran aceptar la cuenta tenían que abrir una cuenta bancaria y después conseguir un documento que acreditara que el que  la abrió si es el que la abrió y que la cuenta sí es de él pese a estar a su nombre y no de alguien más. Y los motivos por los qué tener ese documento tarda cinco días hábiles.

Pero no todas las voces fueron críticas. Mark O’brien, asistente de dirección del film, es también un fanático de la ciencia ficción y los temas paranormales. O’brien quedó fascinado con la paradoja que encontró en el trámite: «me pidieron un papel que llamaban planillita para que me recibieran la cuenta, pero para pagar la planilla necesitaba tener una cuenta, que era donde me iban a depositar el dinero con el que iba a pagar la planillita, esto inmediatamente crea una paradoja, una rendija abierta a otras dimensiones, awesome«.

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