Publicado el por en Judicial, Proceso de paz, Última hora.

En medio de la polémica por la presencia de alias Iván Márquez y Joaquín Gómez en zona rural del municipio de Fonseca, Guajira, ha pasado desapercibido un hecho ligado a la visita que sí alcanzó a llamar la atención de los lugareños: el que Márquez cargara billetes de 10.000 que dejaron de circular hace cerca de veinte años en el país luego del multimillonario robo al Banco de la República de Valledupar.

Al parecer, desde esa época el jefe guerrillero, vecino de Caracas, no pisaba suelo colombiano.

La información vino por cuenta del dueño de un negocio de bebidas que no supo cómo reaccionar cuando el miembro del secretariado le pagó diez gaseosas para su anillo de seguridad con dicha pieza. «Creí que me estaba full vacilando, pero no, era en serio», afirmó. «Le pedí que, por la paz, me pagara con otro billete, pero no tenía más. Entonces él, también por la paz, me dijo que era ese o un juicio revolucionario exprés. Se lo acepté, al menos para enmarcarlo y colgarlo en mi casa».

Según relataron otros testigos presentes en el lugar, Márquez pidió hacer una llamada por un Celumóvil, indagó por el final de Café con aroma de mujer y se mostró interesado por el papel del América en la Copa Libertadores. Ante todas estas inquietudes, los presentes le respondieron con evasivas, también en aras de la paz.

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