Publicado el por en Economía, Tendencias.

Una mala noticia recibieron hoy los cientos de miles de colombianos que en redes sociales especialmente aseguran ser ‘guerreros’ o ‘guerreras’: la DIAN acaba de estrenar un código para dicha actividad, lo que obligará a muchos de ellos a rendirle cuentas al estado. Será el 5631 y estas personas están obligadas a actualizar su RUT para incluirlo como actividad económica principal. Una tarea que además pondrá a prueba su talante guerrero.

«Hemos venido detectando un inusual aumento en la cantidad de colombianos que se autodefinen como guerreros, revisamos y tal actividad no la teníamos codificada, algo imperdonable en nuestro propósito de ampliar la base de contribuyentes», aseguró un vocero de la Dirección de Impuestos y Aduanas.

Lo cierto es que según el Dane cada vez son menos los asalariados y cada vez más los guerreros. Tendencia que puede obedecer, según expertos, a dinámicas propias del mercado laboral, unidas a factores macroeconómicos y al ejemplo de líderes de opinión como «Pope el guerrero».

De igual forma, antropólogos han detectado todo un fenómeno en la cotidianidad de los colombianos. Este consiste en un traslado del manto de pudor y vergüenza que otrora recaía sobre asuntos ligados al sexo y al erotismo hacia el desempleo y otras modalidades de precariedad económica y laboral. De esta manera, así como hoy se habla sin los tapujos de antes de asuntos de cama, cada vez es más complicado dar cuenta mediante el lenguaje de las situaciones en cuestión. Puesto de otra forma, no se está  ‘jodido (a)’, sino ‘guerreando (a)’; no se es ‘vaciado (a)’ sino ‘guerrero (a)’. El mismo y tradicional sector del ‘rebusque’ se ha acercado por primera vez a la Superintendencia de Industria y Comercio para solicitarle garantías frente a la, según sus representantes, competencia desleal de los ‘guerreros’.

En estudio quedó la propuesta de cobrar, en el caso de las mujeres, sobretasa a los ‘motorcitos’.

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