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NeivaSpray

El insólito incidente ocurrió cuando el juez Óscar Gómez salía del camerino de árbitros del estadio Guillermo Plazas Alcid luego de dirigir el juego en el que el equipo local derrotó 1-0 a Millonarios y en el que por primera vez el juez central utilizó dicha herramienta en esta ciudad.

«Sí, sí pasó, habría preferido no hablar de eso, pero ya que preguntas para qué te lo niego», afirmó Gómez. «Fue un malentendido que por fortuna ya está superado, lo importante ahora es mirar para adelante y generar conciencia sobre que estamos haciendo nuestro trabajo, nunca vandalismo. No somos grafiteros sino trabajadores del fútbol que nos ganamos un sustento».

Y es que su aprehensión se debió a que el responsable de la seguridad del estadio, mayor Rodolfo Chinchilla habría interpretado los rayones en el gramado con el mencionado spray como grafitis, conducta que el código de policía de Neiva sanciona con 24 horas de arresto o multa de 15 salarios mínimos diarios legales vigentes. Testigos aseguran que el oficial se mostró intransigente: «digan lo que quieran, el ciudadano aquí hizo un rayón en un bien público, por lo tanto incurrió en conducta punible y mi deber aquí no es otro sino hacer cumplir la ley», habría dicho para justificar su sorpresivo proceder.

Al parecer el incidente se resolvió luego de que en las oficinas de la Dimayor confirmaran que lo recaudado por concepto de tarjetas amarillas en el partido alcanzaba para pagar la multa que le permitió al referee tomar su vuelo de regreso a Medellín.

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