Publicado el por en Innovación.

moco

La marca se llama Mokostick y además de ser una forma innovadora de reciclar, es una ayuda para los padres de familia, tan golpeados en sus finanzas al comenzar el año escolar.

La idea es de Alejandra Rodríguez, una mamá que el año pasado gasto mas de 3 millones de pesos en útiles escolares para su hijo Matías de 2 años de edad”

“Los niños en los jardines infantiles, van a jugar y a aprender, pero sobre todo van a enfermarse. Hay que verlos, están mocosos todo el año. Por eso, se me ocurrió la idea de envasar los mocos de mi hijo y usarlos como pegante. Hoy tengo una startup que  vende Mokostick a los demás padres de familia y estoy pensando en ampliar la red de distribución con un esquema multinivel.  Las ganancias las usaré para comprar el resto de libros y útiles de este año.” Comentó Alejandra.

Mokostick que ha pasado todas las pruebas en el Invima,  tiene una excelente relación costo – beneficio, pues Alejandra vende cada frasco en $2000 pesos mientras que un pegamento no orgánico supera en papelerías los $5000 pesos. Además, explica Alejandra “Los mocos pegan prácticamente en cualquier superficie, papel bond, foamy, cartón paja, palos de paleta, y mezclados con temperas sirven para reemplazar las costosas plastilinas”. A todas estas virtudes hay que sumarle que se trata de un desarrollo 100% sostenible.

Pero lo mejor no han sido las ventas de Mokostick, ni los pedidos represados, lo que llena de entusiasmo a Alejandra es que el mes entrante será conferencista en TED, donde expondrá su caso de madre innovadora.

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