Publicado el por en Internacional, Política, Proceso de paz.

«Sí, es verdad. Es una decisión inédita, pero tienen que creernos: no teníamos más alternativa, se puso sencillamente insportable». De esta manera, Erno Ånsgar, integrante del Comité Noruego encargado de seleccionar cada año al ganador del Premio Nobel de Paz, confirmó a este portal el rumor que desde hace varios días circulaba: que marcaron como SPAM los correos provenientes del presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

Ånsgar, que ha participado en las dos últimas ediciones del premio más importante del mundo, fue tajante:

«No, es que ya no más, a ver: normalmente desde febrero-marzo empezamos a recibir postulaciones, y pues mandan de a una, máximo dos. Por ahí una vez los palestinos, que son un poco intensos, mandaron tres de Arafat, pero ya. Este señor desde septiembre del año pasado venía mandando de a un correo semanal y reenviando cualquier comunicado sobre avances de los diálogos de La Habana», explica.

«Escribía con cualquier excusa: ‘que permítanme desearles en nombre mío, mi esposa  y mis hijos un feliz día del amor y la amistad’, ‘que los doctores cuándo se van a dejar invitar a este país, que aquí los estamos esperando para ser jurados del reinado de Cartagena, montarlos en el metro de Medellín, pasearlos en chiva y llevarlos a una cata de aguardientes donde un tal señor Andrés. A algunos nos agregó al WhatsApp, pero activamos el protocolo de emergencia y desactivamos los chulitos para que no note que lo dejamos en visto'».

El integrante del comité tiene muy claro cuándo Santos cruzó la raya: «lo de los correos habíamos acordado aguantárselo, pues finalmente sí es un candidato con posibilidades, pero la cosa pasó de castaño oscuro cuando arrancó con la stalkeada: una mañana todos los miembros coincidimos en que nos salía él como ‘persona que tal vez conozcas’ en nuestro perfil de Facebook, y todos sabemos que la gente que sale ahí es porque lo stalkeó a uno a niveles de riesgo de embarazo. Después a otro le llegó una invitación a hacer parte de su red en LinkedIn, a otro le reenvió una cadena con cien fotos de lugares inolvidables que debes conocer antes de morir y la Canciller tocó a la puerta de la casa del tercero un domingo, no a traerle noticias del reino de Jehová, sino con el periódico planchado para que su eminencia no se entinte los dedos».

Asevera que ahí fue cuando se comenzó a contemplar la decisión de enviar sus mensajes a SPAM, pero es claro en que el empujón final corrió por cuenta de un ‘detalle’ que el mandatario el hizo llegar al prestigioso cuerpo colegiado: nada menos que una escopetarra. «Yo soy joven y sé de qué se trata eso, pues no es nuevo, eso se lo inventó Peter Tosh, el de The Wailers, hace rato, y pues no me asusté. Pero no se imagina el pánico de los tres más viejos, coincidencialmente los mismos a los que ya les habían caído pesados las almendras que Santos mandó en diciembre. Ellos no distinguieron, es decir, no entendieron, y no vieron una guitarra sino un AK-47 y por supuesto lo tomaron como una forma de presión absolutamente inaceptable. Y en eso se quedaron, vayan ustedes y convénzanlos, yo prefiero no, ya propuse otra vez a Bono que no da tanta lata. Y ojo, es Bono».

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