Publicado el por en Bogotá, Judicial.

Dos jóvenes promesas del Candy Crush. Foto: Archivo.
Dos jóvenes promesas del Candy Crush. Foto: Archivo.

La inseguridad que azota a Bogotá no distingue oficios ni uniformes. Esto lo demuestra la queja que hoy hicieron llegar a diversos medios de comunicación los auxiliares bachilleres de la Policía por el preocupante incremento en los robos de sus celulares inteligentes, nada menos que su herramienta de trabajo.

Germán Forero, director ejecutivo de Asochúcaro, entidad que los agremia, advirtió que a diario se registran entre cinco y diez hurtos, en particular a aquellos miembros apostados en puentes peatonales. “Hace dos o tres años podíamos jugar Candy crush tranquilos, wasapear frescos, hoy ya no, nos toca estar con un ojo en la pantalla y con el otro pendiente de quién brinca”, declaró uno de ellos.

“Es verdad, el equipo de Candy Crush de la Policía Nacional tuvo un pésimo desempeño en las más recientes olimpiadas policiales suramericanas y es por culpa de esta inseguridad tan brava que ya no deja entrenar a los muchachos”, aseguró un oficial consultado por AP.

Pero no todo es inconformidad. Maritza Zambrano, vocera de Profamilia, aseguró que se trata de una buena noticia: “todo el día esos pelados wasapeando con sus amiguitas iban a llevar al país a una explosión demográfica insostenible, mejor que le mermen, no importa cómo, así de paso bajamos índices de enfermedades de transmisión sexual”, puntualizó.

El General Pauselino Tovar, director de la oficina de Bienestar de la institución, sugirió una alternativa: que los jóvenes pudieran, al comenzar el turno, guardar sus aparatos en el CAI o Estación y a cambio retirar un dispositivo tipo flecha que ya no entusiasma al hampa “y en el que bien podrían jugar tranquilos culebrita”.

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