Publicado el por en Detodito, Política.

SantosDias

El candidato-presidente sorprendió ayer con una inusual propuesta presentada durante el acto de cierre de campaña en Bogotá y que ha sido opacada por los escándalos de los últimos días.

«Y para que no digan que no pensamos en las mujeres, les anuncio que si me reeligen y que si hay paz, vamos a ver cómo hacemos para que solo tengan diez períodos al año. Una medida que tiene doble beneficio: mejorará la convivencia social, el ánimo colectivo, las relaciones de pareja y puede ser determinante para bajar la tasa de natalidad a la meta que nos hemos propuesto».

Al parecer, acto seguido iba a anunciar que trabajarían para que el ciclo reproductor de la mujer fuera recortado de 28 a apenas 20 días «como ya ocurre en los países civilizados», pero en buen momento fue interrumpido por una de sus asesoras que le advirtió que las cuentas no cuadraban y que mejor se quedara en la propuesta inicial.

«No me gusta que se utilice el cuerpo de la mujer para promesas electoreras, menos algo tan bello y natural como lo es su aparato reproductivo, no dudo que detrás de todo están los grandes laboratorios transnacionales que con quién sabe qué porquería química van a colonizar este territorio que por definición es sagrado. En últimas querrán que las mujeres produzcan más, eso es lo que siempre buscan los que controlan el gran capital», afirmó la candidata por el Polo Democrático y la Unión Patriótica Clara López frente a la idea esbozada por su contendor.

Por su parte, el aspirante por el Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, aseguró que «esto no puede ser sino una maquinación más del castrochavismo, eso ya lo están haciendo en Cuba y Venezuela para que, siguiendo el modelo maoista de China, las mujeres tengan menos hijos y los pocos que nazcan lo hagan ya con la semilla de la rebeldía inoculada. En resumidas cuentas, nos quieren llenar esto de guerrilleros».

Por último, Enrique Peñalosa, de la Alianza Verde, aseguró que sueña con una sociedad con niños y mujeres más felices que puedan sonreír y revolotear rebosantes de alegría en parques y alamedas.

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