Publicado el por en Bogotá, Tendencias.

Las autoridades de la localidad de Teusaquillo en Bogotá están en alerta luego de varios casos de incendios ocasionados por cocinol (gasolina) en apartamentos de panaderas artesanales, realizadores de cortometrajes experimentales y músicos expertos en poner a dialogar ritmos del pasado con sonidos contemporáneos.

«En Estados Unidos acaban de demostrar que el gas natural además de tener gluten, al entrar en contacto con el oxígeno y tener lugar la combustión libera una sustancia, no recuerdo el nombre, pero sí que la desarrolló Monsanto, que doblega el espíritu independiente, matonea a tu niño interior y nubla el tercer ojo, en últimas, te vuelve un ser opaco, promedio y televidente del desafío», afirma Lola Urrutia, de la ONG «Gafas grandes, saberes vitales» que brinda apoyo a personas en dicha condición.

«Es regresar a lo local, recuperar sabores, aromas tradicionales de las casas de nuestras empleadas y nannys. Fusionar las energías del pasado con los sabores del presente, no te imaginas la delicia que es una reducción de quinoa sobre una cama de emillas chía y queso de cabra madre soltera ahumada con humo de cocinol, ñomi ñomi», complementa Daniela Escovar, diseñadora de jardines interiores.

Pero el asunto no es tan sencillo. Las autoridades han advertido que el uso del cocinol en espacios cerrados está restringido desde hace más de diez años cuando se masificó el gas natural en el país dados los riesgos que su manipulación conlleva.

«Es un problema grave, por la afectación, pero también por las dificultades con las que se ha encontrado el personal de bomberos cada vez que atienden una emergencia de estas. Muchas veces los jóvenes, seguramente bajo los afectos de vaya usted a saber qué, les impiden entrar a socorrerlos, dicen pendejadas como que hay que respetar al hermano fuego o que ellos deben obedecer a esa canción que dice ‘fuego, no lo dejes apagar’. Le pedimos encarecidamente a los padres de estos jóvenes un trabajo adicional de reeducación en conciencia cívica», asegura Alirio Torres, de la subdirección de poblaciones y minorías del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos.

Añade Torres que han encontrado una preocupante constante en las emergencias hasta ahora presentadas y es que solo cuando el fuego ha tomado fuerza piden ayuda, argumentando que «llamar bomberos en taaaaan mainstream», por lo que prefieren recurrir a chamanes que induzcan aguaceros mediante saberes tradicionales.

Comentarios

Comentarios