La estrategia integral desplegada por el equipo del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, para hacerle frente al intento de revocatoria incluye una película sobre la vida del burgomaestre.
En la misma, los televidentes verán a Peñalosa desde sus inicios repartiendo volantes en las busetas al tiempo que derrochaba creatividad llenando su hoja de vida en el capítulo correspondiente a la trayectoria académica hasta su regreso al segundo cargo de elección más importante del país en 2016. Dará cuenta, con enfoque humano, de su dura lucha contra la adicción a las elecciones que lo llevó a perder casi una decena e incluirá simpáticos episodios de su infancia como aquella vez que a escondidas de sus padres encementó el jardín trasero de su residencia.
Pero la noticia pasa por el casting del largometraje. El reconocido actor bogotano, Víctor Mallarino, feroz opositor de Peñalosa en la vida real, acaba de ser elegido para encarnar al polémico funcionario.
«La economía no está en su mejor momento y tiende a empeorar. Uno tiene responsabilidades, compromisos y esta vida del actor es muy incierta, yo quiero recalcar que el profesionalismo es una virtud. No diré más», expresó Mallarino, quien se diera a conocer en la pantalla chica dando vida a Eraos Pedraza en la comedia costumbrista Don Chinche.
«Es una gran noticia, desde el primer momento pensamos en Víctor para el papel de Enrique: sus historias de vida son casi paralelas, su origen es igual, su estatura también ¿tú has oído eso que dicen los sabios orientales de que uno solo odia lo que tiene adentro? Bueno, si vieran este caso quedarían dichosos, más que convencidos. Es que su manera de expresarse ha hecho que más de una vez al pobre Víctor le reclame el dueño de un restaurante por el bolardo que le quitó el parqueadero del andén del frente. Las pocas veces que se le ha medido a subirse a un Transmilenio lo han bajado a punta de chiflidos», aseguró el colomboargentino Mateo Stivelberg, quien será el director de la serie.
«Pensamos en Diego Luna, pero Víctor es más barato y cumple la misma función», concluyó Stivelberg.
