Publicado el por en Bogotá, Judicial, Tecnología.

"Los ángeles de Palomino", como ya se conoce a estas valientes y voluptuosas uniformadas, cuentan con la última tecnología en trampas para asegurar a cualquier hombre que quiera pasar la raya con ellas.
«Los ángeles de Palomino», como ya se conoce a estas valientes y voluptuosas uniformadas, cuentan con la última tecnología en trampas para asegurar a cualquier hombre que quiera pasar la raya con ellas.

Durante la presentación del escuadrón femenino que busca judicializar a los acosadores en TransMilenio causó curiosidad un detalle aparentemente insignificante: todas tenían jeans sin bolsillo. La verdad es que poco se sabe de la tecnología que está detrás (literalmente) de los sensuales pantalones que las policías mostraron a los medios de comunicación.

La teniente Yolima Rada, líder del escuadrón, habló en Colombiamoda sobre los adelantos tecnológicos de estas prendas: «Necesitábamos sentirnos cómodas para poder estar de pie todo el día y que además realzaran nuestros atributos femeninos, por eso elegimos uniformarnos con el jean levanta cola sin bolsillos, que tanto gusta en el gremio de los acosadores».

A estas prendas se les adaptaron trampas para ratones en la parte de atrás, junto con microcámaras conectadas a la base de datos de miembros de la Interpol. Estos dispositivos se estrenarán conectados a los polémicos tasers o pistolas eléctricas, que buscan quitarle la manía de una vez por todas a los enfermos sexuales.

«Desde la época medieval muy poco se había avanzado en el tema de trampas sexuales y cinturones de castidad. Por fortuna para todas nosotras, muy pronto los trap-jeans estarán en el mercado», anunció la reina de las televentas Vanessa Navarro, quien contribuyó al desarrollo de estas prendas.

Los jeans son de un material desarrollado por la NASA, que además de ser impermeable por obvias razones, permite una libertad de movimiento total, para poner en práctica llaves y patadas voladoras dentro de los articulados sin riesgo de descoserse.

«Sabemos que estos maniáticos estarán libres minutos después de detenerlos, pero al menos ya no querrán hacerlo de nuevo», dice Rada, y sabemos que habla en serio.

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