Publicado el por en Nacional, Tendencias.

Una polémica se ha desatado en Ibagué; ciudad donde, a través de redes sociales, decenas de padres han expresado su preocupación por el gran éxito que ha comenzado a tener entre los más pequeños la serie de televisión Peppa. Esta producción tiene como protagonista a una cerdita, llamada Peppa, quien divierte a los niños con diversas situaciones familiares e inocentes aventuras propias de los infantes menores de ocho años.

La causa del revuelo, es que los niños tolimenses ya han comenzado a rechazar el plato típico del departamento: la lechona, ya que lo relacionan con su personaje favorito, y se rehúsan a convertir en alimento a la cerdita que tanto los divierte y de quien, de hecho, tienen muñecos y diferentes tipos de juguetes en sus hogares.

«Yo a los guambitos les prohibí ver el programa de esa marrana desde que un día a la hora del almuerzo se pusieron a llorar al ver como servíamos los platos de lechona», expresa don Jorge González, uno de los padres consternados por esta situación.

«Desde que yo era chiquitica me enseñaron que ‘con la comida no se juega’, por eso me causó tanta preocupación cuando en diciembre las niñas me pedían que les comprara los muñecos de la lechona Peppa, al principio pensé que era una broma, pero no, las niñas querían que les comprara muñecos de una marrana  para jugar, y no precisamente a la cocina», nos cuenta otra madre tolimense entre lagrimas, quien nos pide que no revelemos su identidad.

Por su parte, el Comandante de la Policía del Tolima, Coronel Carlos Herrera expuso: «Hemos recibido varias denuncias para que prohibamos la venta de juguetes de Peppa y cancelemos la transmisión del programa, pero hemos tenido que explicarle en repetidas ocasiones a la ciudadanía que al comercializar este tipo de juguetes no se está violando ninguna ley, y que nosotros no tenemos jurisdicción en los canales de televisión».

Entre tanto, los padres desesperados están organizando una marcha antipeppa, donde planean repartir lechona gratis y hacer corridas de marranos, para hacerle contrapeso al programa televisivo, y tratar de enseñarle a los niños que «los marranos son comida, no amigos». La movilización cuenta con el pleno respaldo de la Procuraduría General de la Nación que, por su parte, manifestó su preocupación ante el incremento de cerca del 200% de menores vegetarianos en la ‘ciudad musical’. «Del vegetarianismo al ateismo hay un solo paso», acotó Alejandro Ordóñez.

Andrés Torres y Natalia Montes de Oca, corresponsales.

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