Publicado el por en Bogotá, Miscelánea, Paranormal.

Ante la noticia de la existencia de una pequeña puerta en el restaurante de los hermanos Rausch del Centro Andino, que, al parecer conduciría a una misteriosa bodega de la que periódicamente entran y salen sus empleados, un equipo de periodistas de un reconocido medio llegó esta madrugada a la diminuta entrada para, mediante un reportaje de inmersión, conocer e informar qué se esconde más allá de la misma.

La tarea de meterse en la presunta bodega se le encomendó a Fernando Pulgarín, conocido por su menuda delgadez y sus 1.55 de estatura, quien después de sobornar a uno de los empleados del restaurante, logró adentrarse en el oscuro pasadizo con cámara y micrófono en mano.

Lastimosamente, ya han pasado casi doce horas del suceso y nada se ha vuelto a saber de Fernando, conocido entre sus amigos por ser buen esposo y padre amoroso de dos hermosas niñas que hoy lo lloran agobiadas por la zozobra y la incertidumbre.

Esta mañana, el equipo de AP  llegó hasta el lugar de los hechos para entrevistar a Jairo Afanador, ayudante de sonido, quien fue el encargado de darle el último empujón a Pulgarín. “Pues a ver, Pulgarín se puso en cuatro para que yo lo ayudara a meterse en ese hueco que se veía muy largo y oscuro, no se alcanzaba a ver un c… – relató- . Cuando pasaron como 30 segundos todo lo que escuché fue un ¡Ay juepuuu! y de ahí en adelante nada, no habló más. Lo llamábamos y no contestaba, solo como un eco lejano al principio, pero después  silencio total. Le pegábamos a las paredes, al piso, empezamos a gritar ¡Pulgariiiín! en coro y nada. Hasta fuimos de afán y compramos un estetoscopio en Farmatodo a ver si poniéndolo en la pared oíamos algo y lo mismo, fue como si se lo hubiera tragado la tierra”.

Jorge Rausch, atorado en el hueco durante demostración a medios de que era apto para tránsito humano.
Jorge Rausch, atorado en el hueco durante demostración a medios de que era apto para tránsito humano.

Actualización:

Hace pocas horas la División de Asuntos Paranormales del CTI llegó al lugar del suceso en compañía de Madame Collette, contratista y clarividente, quien además de trabajar atrayendo a su ser querido en tres días hábiles, asesora a la Fiscalía en temas de difícil esclarecimiento.

Al llegar al lugar de los hechos, Madame Collette se hizo cargo de la situación entrando en presunto trance para hacer contacto con Pulgarín, quien, según ella, tomó posesión de su cuerpo para manifestar lo siguiente: “Esto parece una dimensión paralela o algo así porque aquí todo es lo mismo pero al revés: Estoy en un restaurante atendido por un par de cholos mechudos de barba que se ven sencillos, buena gente. Además veo que sirven porciones generosas y no cobran por cada plato como si uno estuviera en Manhattan. Aquí no hay nada de caviares, ni crem brulé, ni paté de fuá (sic) ni esas pendejadas, solo comida bacana y rica. Creo que me voy a quedar un tiempo más. Díganle a mi familia que la amo», concluyó el presunto Pulgarín.

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