Publicado el por en Salud y bienestar.

Un artículo que pasó desapercibido en la ley del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 será muy bien recibido por los amantes de la noche y los excesos.

A última hora en la conciliación se añadió un texto que incluye «la deshidratación extrema causada por ingesta por encima de promedio nacional de sustancias reguladas», es decir, la resaca o «guayabo» en el Plan Obligatorio de Salud (POS).

«Sí, fue un golazo que nos metieron. No tengo para decir sino que es lamentable que este tipo de cosas sigan pasando», afirmó un resignado Ministro de Salud a la reportera de este medio.

Médicos y especialistas consultados aseguran que, desde ya, todo aquel afiliado a una EPS o al Sisben que amanezca con los síntomas posteriores a una noche de copas podrá dirigirse a un centro asistencial donde deberán proporcionarle desde Alka-seltzer hasta Pedialyte pasando por caldo de costilla con cilantro. Así mismo, dichos lugares, normalmente ruidosos, deberán observar niveles prudentes de silencio para evitar agravar los síntomas de aquellos ciudadanos que padecen la versión popularmente conocida como «pomarrosa» de dicho mal. Incluso, deberán contar con un sicólogo para tratar los casos de su variante moral.

Aunque desde el Ministerio de Trabajo han insistido que el titular de la cartera nada tiene que ver en esto, la norma es desde ya conocida como la «Ley Lucho».

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