Publicado el por en Deportes, Salud y bienestar.

La pausa que la mayoría de ligas del planeta hicieron el pasado fin de semana se vio reflejada en un «sorprendente, inesperado y francamente preocupante» aumento en el número de suicidios reportados por distintas entidades oficiales a lo ancho del planeta, según reveló esta mañana en Ginebra, Suiza, la Organización Mundial de la Salud.

«Estamos ante un fenómeno que nos inquieta y con el que no contábamos. El aumento es del 250% y todavía nos faltan datos de África y buena parte de América Latina, así que la cifra puede llegar incluso al 400%», afirmó en rueda de prensa esta mañana el director adjunto del programa de salud mental de la entidad, el famoso médico finlandes Jari Liumenn Jr. «Ha tomado tintes epidémicos y es hora de tomar cartas en el asunto».

Liumenn explicó que una cosa es la para anual de mitad de año o de diciembre y otra, muy distinta, esta, que sigue tomando por sorpresa a millones de aficionados. «El aficionado con cuadro depresivo, de ansiedad y similares ya sabe que en mayo o en diciembre, depende donde viva, se acaba el fútbol y tres meses antes comienza su psiquis inconscientemente a prepararse. Con lo que no cuenta definitivamente es con esta súbita interrupción, que además ocurre en temporada de trabajo y estudio. El vacío que genera la falta de partidos de los equipos a los que sigue ejerce un efecto gatillo de comportamientos que en muchos casos terminan en acciones contra su propia integridad».

Dicho esto, pidió a la FIFA que en el marco de sus políticas de responsabilidad social ordene a sus miembros no interrumpir la programación de sus torneos o, de hacerlo, activar una línea de soporte sicológico gratuito al aficionado con síndrome de domingo por la tarde.

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