Publicado el por en Bogotá, Política.

Un descuido de su empleada del servicio doméstico llevó al traste el plan de la familia Petro Alcocer de aplazar indefinidamente el duro momento en el que Gustavo asuma que el cargo de alcalde mayor de Bogotá ya no le pertenece.

Todo apunta a que una suspensión del servicio de Internet que afectó ayer a la zona rural del municipio de Chía, donde se ubican varias urbanizaciones exclusivas, de estrato seis, dejó al ex burgomaestre sin posibilidad de acceder a sus redes sociales.

«Yo si vi que el doctor se puso como loquito, eso caminaba de lado a lado y arrancó a insultar a la perrita diciéndole que mafiosa, infiltrada, peñalosista y la pobre perrita metida debajó del chiffonier sana. Me acordé que la doctora me dijo que en esos casos le diera hojas y crayolas para que dibujara, que eso lo calmaba y pues eso hice», afirma la afectada, ya retirada de su cargo.

Todo apunta, según otra fuente de la residencia Petro-Alcocer, que una de las hojas de borrador resultó ser aquella en la que, con falsos membretes de la Bogotá Humana 2016-2020, habría impreso su más reciente decreto.

«Estaba dibujando el metro mafioso elevado, después iba a pintar el rayo humanizador enterrándolo desde el cielo; ahí fue que por accidente volteó el papel y vio que era el tal decreto», asegura.

«Entonces agarró a preguntar que qué hacía eso ahí, que por qué no tenía las otras firmas, que por qué no lo habían mandado publicar, que donde estaban los mafiosos infiltrados peñalosistas del compló que se lo habían boicoteado y el doctor empezó a enloquecerse más, a hablar como en reversa, como en las películas y francamente yo me asusté y lo único que atiné fue a llamar al Cai, pero allá me dijo el que me contestó que no lo podía dejar solo. Entonces le marqué al doctor Hollman que es el único que lo calma pero me mandaba y me mandaba a buzón y yo en esa angustia y ese señor dando alaridos».

Fuentes cercanas a la familia aseguraron que todo se trató de un complot -sin especificar a cuál de los referidos hacían alusión- y que por el asunto del despido debíamos remitirnos a la cooperativa de trabajo mafioso y asociado con el que la implicada firmó el contrato.

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