Publicado el por en Judicial, Nacional.

La adopción del menor fué cancelada ya que argumentan que la abuela y la tía son personas del mismo sexo
La adopción del menor fue cancelada ya que argumentan que la abuela y la tía son personas del mismo sexo

Tras la presión ejercida por la Fundación Señor y Señora De Bien, la adopción del menor Marcelino Rodríguez* fue suspendida, debido a que la fundación demandante argumenta que la abuela y la tía del menor son ambas mujeres, y por lo tanto, según la demanda, «Sería una adopción por personas del mismo sexo que pondría en peligro la formación sexual del menor».

El pequeño Marcelino* perdió a sus padres en el accidente de un bus entre Bosconia y Aguachica, Cesar. Su abuela y su tía se encargaron de cuidarlo e hicieron la solicitud formal de adopción, hasta que un juez de familia suspendió el proceso, dejando al menor en manos de un hogar sustituto.

Nicasio Sarsoza de Pombo y Estíbaliz, presidente de la Fundación Señor y Señora De Bien explica el objeto de su demanda:

«La naturaleza tiene un orden: Dios nos creó como hombres y mujeres para que nosotros trabajáramos y nos dejáramos el bigote, y para que ellas hicieran oficio y se lo depilaran. Cuando un niño no crece con un hombre y una mujer, pierde su figura paterna y puede terminar siendo homosexual, comunista, y con todo respeto, hasta periodista. Nosotros, las familias de bien, no podemos permitir que este niño en particular viva con dos personas del mismo sexo. Con nuestra demanda esperamos que crezca con un hombre y una mujer de bien que lo conviertan en un buen ciudadano o en militar.»

La abuela y la tía del pequeño Marcelino* denuncian que el juez fue víctima de presiones y amenazas:

«Todos los días le dejaban el radio sintonizado en la emisora de la policía, le ponían misterios del rosario en el facebook, le mandaban cadenas de whatsapp con letanías, le ponían agua bendita al tanque de gasolina del carro… Antes resistió mucho el señor juez». Manifiesta Angélica Rodríguez, tía de Marcelino*

El caso aparentemente será escalado hasta la Corte Constitucional, que definirá en segunda instancia quién obtiene la patria potestad del menor, mientras que la abuela y la tía se encomiendan a Dios para que no se haga la voluntad de sus más fervientes defensores.

*El nombre del menor fue cambiado para proteger su identidad.

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