Publicado el por en Bogotá, Miscelánea, Paranormal.

Para esta redacción es un orgullo presentar al ganador de nuestra primera convocatoria al público, quien es ahora candidato a nuevo practicante y lacayo para descargar nuestras frustraciones. 

Este fue el resultado de un estudio de la Universidad Racional que, después de varios años, concluyó que la materia en el transporte público bogotano se concentra tanto que las leyes de la física y la matemática dejan de aplicar como las conocemos.

«Empezamos a sospechar cuando nos dimos cuenta de que servicios que estaban programados para llegar en 2 o 3 minutos podían tardar más de media hora, esto podía indicar una curvatura en el espacio-tiempo pero hasta el momento solo era una conjetura. Lo que nos llevó realmente a iniciar la investigación fueron reportes de buses con capacidad de 60 pasajeros que llegaban a transportar hasta 200 personas. Era bastante claro para nosotros: la física como la conocemos cambiaba dentro de cada bus», afirmó Andrés Suarez, portavoz del equipo científico.

«Creemos también que hay puentes hacia otras dimensiones en cada bus debido a los reportes de objetos desaparecidos misteriosamente. Aún estamos investigando por qué los celulares, especialmente de alta gama, tienden a viajar con mayor facilidad entre dimensiones. Aún más sorprendente es el hecho de que los seres de estas dimensiones tratan de comunicarse con nosotros mediante el tacto pero especialmente con las mujeres, esto explicaría cientos de reportes diarios de mujeres que sienten toques fortuitos en el sistema» añadió.

El estudio también analiza casos de personas que son comprimidas hasta la mitad de su tamaño al entrar en los buses y trayectos en los cuales varios pasajeros afirman sentirse más viejos cuando llegan a su destino, especialmente en aquellas rutas que van hacia Suba y Usme los cuales según varios testimonios pueden durar «una eternidad».

El Distrito ya prepara marchas para evitar que estas nuevas dimensiones caigan en manos de mafias interdimensionales, mientras tanto, desde la Habana, se analiza la posibilidad de incluir estas nuevas dimensiones como espacios para el postconflicto.

Rafael Rincón, corresponsal ad-honorem.

 

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