Publicado el por en Internacional, Judicial.

Tras varios años de desnarcotización de la relación binacional entre Colombia y Estados Unidos, el súbito aumento de la demanda de cocaína por parte de los consumidores del país del Norte ha prendido las alarmas en Bogotá.

«Está por publicarse un estudio en el que el índice de raya de cocaína inhalada en promedio por cada ejecutivo de Wall Street se dispara, eso no le va a gustar nada a Santos», aseguró a este medio una fuente de la Casa de Nariño.

«Los gringos están metiendo perico como nunca antes en la historia: no solo los consumidores tradicionales, es decir, banqueros, corredores de bolsa y responsables de la lucha antidroga. Ahora también amas de casa, pelados, Mickey Mouse, todo el mundo», declaró a este medio un investigador especializado en el asunto residenciado en Chicago.

Previendo esta crisis, el gobierno colombiano enviará esta semana a Estados Unidos una delegación de alto nivel conformada por el director de la Policía Antinarcóticos, el Ministro de Justicia y el Fiscal General con el fin de dar el visto bueno a las nuevas medias que asegura tener listas la Casa Blanca para disminuir el consumo.

Entre las autoridades colombianas existe la noción de que en la decisión de sus pares de Norteamérica de no criminalizar más a los consumidores y renunciar a la persecución de los distribuidores en las calles está la clave de esta nueva alza.

De no convencer el nuevo programa de la administración Trump para frenar la demanda, Colombia alistaría un severo paquete de sanciones que iría desde la economía -restringiendo la venta de cafés americanos en restaurantes y demás establecimientos- hasta el entretenimiento, solicitándole a Sofía Vergara su inmediato regreso al país para darle un necesario nuevo aire a los sorteos de loterías de las 11:00 pm.

Como última medida, que todavía no ha sido contemplada, está la muchas veces puesta sobre la mesa de sustituir en los envíos que se hacen desde el país el alcaloide por una combinación de polvo Quipitos y talco Mexsana. No obstante, lo más probable es que se imponga entre los asesores de Santos la línea moderada que sugiere la puesta en marcha de un «plan Estados Unidos» para colaborarle a dicha nación a librar una guerra sin cuartel contra el flagelo, combinando garrote con zanahoria.

Esto es, con acciones contundentes en sedes de corporaciones, estudios de Hollywood y agencias gubernamentales, entre otros, que incluyan decomisos y quema de lo hallado en plena calle, pero también fomentando programas de atención a la primera infancia para que los estadounidenses del mañana no intenten paliar con el polvo blanco sus carencias afectivas y angustias existenciales.

Comentarios

Comentarios